miércoles, 22 de enero de 2014

"Zafarrancho de combate"

En casa (la materna) usamos esta frase para designar la limpieza profunda semanal. Cada semana limpiábamos en profundidad la casa. Sin embargo, por más que limpies siempre hay cosas que están fuera de su sitio, que no terminas de arreglar o poner bien. Inspirada en lo que en Apartament Therapy han denominado "The January Cure", yo he creado mi "Home Cure" para terminar de una vez todas esas cosas que quedan a la mitad y que van más allá de la "limpieza semanal". Incluye un poco de todo: rellenar el agujero que dejaste al quitar ese cuadro, repintar la zona de los interruptores que tanto se ensucia, ordenar los cajones en los que dejas las cosas que no sabes dónde poner, pegar el jarrón que se te cayó hace cinco meses y que tienes arrinconado porque nunca recuerdas comprar pegamento.

Sólo necesitas papel, lápiz y un día del fin de semana por estancia. La idea es ir a "lo gordo", de ésta arreglamos unas cuantas cosas y dentro de seis meses repetimos, que no somos esclavos de nuestros hogares. Ahora recorre la casa, habitación por habitación y apunta lo importante.

En mi caso:
  1. Recibidor: arreglar el zócalo, fijar el cable del teléfono y pintar de blanco algunos desperfectos.
  2. Cocina: arreglar uno de los cuadros de cubiertos (tengo una cuchara suicida que ha pasado de la silicona y se ha tirado al vacío), anclar la estantería a la pared y buscar una solución a la ventana (estor, panel, vinilo adhesivo...).
  3. Cuarto de estar (sí, obviando el sofá que se depelleja y que me impide disfrutar de mi casa): fijar el cable del teléfono, fijar los cables que van por el techo, lavar y planchar las cortinas y buscar un mueble auxiliar para mi teléfono.
  4. Pasillo: nada que hacer.
  5. Cuarto de baño de I: arreglar el plafón.
  6. Cuarto de baño de Y: nada que hacer.
  7. Dormitorio: pintar los ángulos, limpiar la pintura del suelo y tunnear el baúl tecnológico.
  8. Vestidor: regular la altura de las puertas de los armarios, poner uno de los tiradores, poner el imán al espejo, poner tiradores al zapatero y buscar una solución de almacenaje para mis bolsos.
  9. Cuarto de estudio: nada que hacer, aparte de terminar de vacíar "la bolsa de las bolsas".

Además, el día que nos metamos en una habitación, hay que limpiarla a fondo: sí, en los aparadores cerrados también entra el polvo y los rodapiés cogen porquería sin cesar.

Ahora viene lo peor: hacerlo. Pues nada, coges la lista, compras todo lo que necesites y reserva un día. Y no remolonees mucho, la idea es quitárselo de encima rápido, no estar arrastrando este proyecto hasta el año que viene.

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