lunes, 30 de abril de 2012

Colgada

No recuerdo ningún año sin invierno. Hace veintitrés años que vivo en una de las siete "islas afortunadas" en las que casi siempre es primavera y ésta ha sido la primera vez que me he quedado sin invierno. La verdad es que me da mucha pena porque me gusta ver llover acurrucada en un sillón, convenientemente tapada con una manta y con la ventana abierta. Está bien el frío: las bufandas, los gorros, las botas altas, los accesorios de pelo, el chocolate caliente...

Cuando no puedo dormir siempre salgo al balcón, me tumbo en un sillón horroroso de polipiel negra abatible con reposapiés y me quedo absorta disfrutando del silencio, del ruido que hace el viento al mecer los árboles, observo a las personas que pasean de noche por las calles, cuento las ventanas iluminadas y, finalmente, me duermo. I se sienta a leer por las tardes, cuando llega del trabajo. A veces sólo se sienta ahí, sin pensar en nada... También usamos la mesa, generalmente para cenar. Los dos disfrutamos del balcón, juntos y por separado, así que no hay excusa para no tenerlo acondicionado.

Nuestro balconcito tiene dos zonas: la más estrecha en la que se encuentra el aire acondicionado sobre el que colocamos la mesa, y otra más ancha en la que ubicamos la butaca. Es imposible cambiar la distribución, pero vamos a darle una "vuelta" al mobiliario con dos asientos colgantes. ¡Sí, voy a tener dos columpios en el balcón! :P

Podéis encontrar por ahí muchas imágenes evocadoras, pero no nos engañemos, nuestro balcón no tendrá ni el más leve parecido a ninguna de ellas. No pasa nada, porque me he dado cuenta, con el tiempo, que en esto de la decoración, la pareja y el hogar hay cosas mucho más importantes que el resultado final. Nosotros lo pasamos muy bien imaginando, planificando, buscando la forma de llevar a cabo el proyecto, ejecutándolo y disfrutando del resultado, incluso cuando no queda tal como nos habría gustado. Si tuviéramos más dinero lo haríamos de otra forma, por supuesto, compraríamos una bubble chair y la instalaríamos en el exterior de nuestro maravilloso chalet, pero no es el caso y me lo paso pipa haciendo agujeros de más :P

Así que cada uno que disfrute de lo que tiene, sin miradas envidiosas, sin suspiros, que ser feliz es una elección en esta vida. 


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