jueves, 3 de junio de 2010

Cuando no sabes qué hacer...

Ya os había dicho que había comprado y colgado las cortinas sarita en color lila oscuro en mi dormitorio. Pues bien, no había sacado fotos hasta hoy porque, primero, me lié y, después, se nos cayeron. Sí, lo que oís, ¡se nos cayeron las cortinas! En vez de usar el taladro pegamos con adhesivo los colgadores y el resultado, al principio prometedor, no fue muy duradero. Como somos cabezotas (y el taladro prácticamente no cabe) lo hemos vuelto a intentar, pero con cemento-cola. Y "tachán":


Por ahora, y me parece que en mucho tiempo, las paredes van a quedarse blancas. Barajamos la opción de pintar el techo (como veréis en la imagen queda muy bonito), pero hemos puesto un proyector apuntado al techo, sobre nuestras cabezas (cuando esté para enseñar lo posteo), así que el techo tiene que ser blanco. Estoy convencida de que si pintásemos las paredes le daríamos otro aspecto, pero bueno.

La habitación está muy sosa. A ver si ponemos la lámpara, que le dará otro aspecto y tenemos en mente un baúl para los pies de la cama. Por cierto, el cabecero es de la serie Malm de Ikea, muy útil porque puedes tenerlo todo recogido y sin que sea vea. Le he hecho un apaño para que nos quepa dentro el despertador Wake-up Light de Philips, del que ya os había hablado, y un ionizador.

Bueno, dadnos tiempo, poco a poco iremos haciendo cosas. Aunque, bien es cierto, que el dormitorio es la habitación que menos nos preocupa.


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